Créditos: Prensa Comunitaria Km. 169
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Por: Sandra Cuffe

La Gremial de Pescadores Artesanales de El Estor realizará una marcha pacífica el día 7 de julio en el pueblo de El Estor en Izabal. Invitan a la población a sumarse para elevar una vez más sus denuncias sobre la contaminación del Lago Izabal y las actividades mineras sin consulta, y para exigir justicia por el asesinato de Carlos Maaz Coc.

Fotografía Sandra Cuffe.

“La lucha va a seguir. Eso no se va a quedar así en el olvido. A las demandas que ya planteamos como gremial, nos tienen que dar una respuesta”, dijo Cristóbal Pop, el presidente de la Gremial de Pescadores Artesanales –GPA-.

Desde el asesinato de uno de los pescadores el 27 de mayo mientras la PNC atacó una marcha pacífica, algunos directivos de la GPA y otras personas que apoyan a la Gremial han sido blancos de intimidación y más que todo de seguimiento por parte de la policía, dijo Pop. “Cada vez que salimos, allí aparecen las patrullas. Nos andan siguiendo… Estamos sufriendo esa intimidación. No nos dejan salir. No tenemos la libertad ni siquiera de trabajar. Eso nos preocupa bastante”, dijo.

“No podemos salir así nosotros a caminar libremente, porque según tenemos entendido nos quieren capturar lo más pronto, de parte de la empresa”, aclaró.

A mediados de mayo, el alcalde de El Estor y toda la corporación municipal denunciaron ante el Ministerio Público a siete personas, pescadores en su mayoría, acusándolos de detención ilegal, incitación a delinquir, coacción y amenazas. No figuraba él en esa primera denuncia, pero ahora hay más denuncias y demandas, dijo Pop. Se les informó que la empresa minera denunció al Ministerio Público a Pop, otros directivos de la GPA, y otras personas. Existe el temor que se procesaría a los directivos de la GPA por la quema de la casa del alcalde y otros sucesos que ocurrieron en El Estor posterior al asesinato de Maaz.

“Nos acusan de esa manera para que nosotros nos sentamos amenazados. Allí sí que nosotros no tenemos nada que ver, la Gremial nada que ver en lo que pasó”, dijo Pop.

Eduardo Bin, el suplente de la GPA, figura entre las personas denunciadas tanto por la alcaldía como por la empresa. Igual como a Pop, le afecta el seguimiento que le hacen patrullas y agentes de la policía.

“Para mi esas son las estrategias que usan las empresas como para deslegitimar nuestra resistencia, nuestra lucha, pero yo creo que con eso tampoco nos pueden intimidar”, dijo Bin.

“Todo lo que ellos están tramando en contra de nosotros es para deslegitimar nuestra lucha y nuestra resistencia. Eso es una artimaña que ellos usan para criminalizar a nuestros compañeros y a nosotros mismos como Gremial, y eso es lo que ellos siempre buscan”, señaló.

A pesar de la criminalización, la lucha de los pescadores de El Estor sigue de pie, dijo Bin. En estos días los directivos y miembros de la GPA han estado preparando para la marcha pacífica para reiterar sus demandas y exigir justicia por el asesinato de Carlos Maaz Coc. La marcha iniciará a las 8 de la mañana este viernes, 7 de julio en el Barrio Las Brisas, cerca de la entrada a El Estor desde Río Dulce.

Durante 12 días a inicios de mayo, la GPA mantuvo una manifestación pacífica en la carretera que conduce hacia la mina Fénix de la Compañía Guatemalteca de Níquel CGN, ahora filial de Solway Group, un conglomerado ruso con sede en Suiza. Había vía libre para todo vehículo menos los que transportaban producto, materiales, y personal de la empresa minera. La GPA exigía al gobierno estudios sobre la contaminación del Lago Izabal, la documentación sobre el estudio de impacto ambiental y las licencias de la minera, y el cierre de la mina.

Se levantó la acción para esperar la respuesta del gobierno y de la empresa en una mesa de diálogo establecida para responder a la situación, pero cuando éstos no llegaron a El Estor para seguir el diálogo el 27 de mayo, los pescadores reanudaron su manifestación con un bloqueo en la salida del pueblo hacia la mina. Las fuerzas especiales de la policía ya estaban en el sector, el mando policial en el pueblo se había cambiado el día anterior, y la reacción fue rápida y violenta. Tiraron bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los pescadores, y después también tiraron con armas de fuego, resultando en la muerte de Maaz, un joven pescador Q’eqchi’ de 27 años de edad.

 

 

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