Por: Palas Luin.
El 21 de septiembre 2016 el Movimiento de la Sociedad Civil de Barillas y organizaciones sociales en defensa de la Vida, Bienes Naturales y de los derechos Humanos por tercera vez presentan en videos, imágenes y documentos ante el Concejo Municipal con la observancia de instituciones, autoridades comunitarias, ancestrales y vecinos del municipio de Barillas sus fundamentos y razones que argumentaron por qué no quieren a una fuerza de seguridad como la Policía Nacional Civil y al organismo judicial cuando los funcionarios y trabajadores públicos conjuntamente incurren en actos de corrupción en el municipio.
Las organizaciones sociales y el Movimiento de la Sociedad civil de Barillas después de un análisis de la grave problemática social generada por la instalación de la empresa española Ecoener Hidralia Energía – Hidro Santa Cruz entregó a la autoridad municipal un memorial con nueve exigencias.
Han transcurrido doscientos diez días hasta este día y no se ha recibido una respuesta por escrito de parte del Concejo Municipal a pesar de celebrarse ocho grandes reuniones donde las autoridades comunitarias, ancestrales y organizaciones sociales han invertido con su salario mínimo más de doscientos mil quetzales.
Es preocupante para las comunidades que el nuevo gobierno municipal sigue desoyendo las demandas de la mayoría de la población.
El caso de Barillas no está aislado, en los demás municipios del territorio norte como San Mateo Ixtatán, Santa Eulalia, San Juan Ixcoy la población ha insistido en revisar la actuación de los funcionarios públicos especialmente el papel de los agentes de la PNC, trabajadores del OJ, jueces y fiscales del Ministerio Publico.
Para las comunidades la seguridad debe de retomar su papel democrático, velar por la protección de cada persona y no responder a los intereses de particulares y empresas extractivas cómo sucedió en los últimos cuatro años.
Desde el año 2012 han planteado sus demandas a nivel local, el gobierno municipal, la gobernación departamental, los ministerios, el Congreso de la República, una mesa de dialogo al más alto nivel y el Estado sigue sin atender las demandas de los pueblos y comunidades, especialmente en Barillas.
